domingo, 8 de diciembre de 2013

Enfoque de las habilidades para el empleo y la productividad


Paso 1: Desarrollar las competencias técnicas, cognitivas y de comportamiento que conduzcan a una alta productividad y flexibilidad en el entorno laboral, comenzando apropiadamente a través del desarrollo en la primera infancia, con énfasis en la nutrición, la estimulación y las habilidades cognitivas básicas.
Paso 2: Asegurar que todos los estudiantes aprendan, por medio de la creación de sistemas más sólidos con normas claras de aprendizaje, buenos profesores, recursos adecuados y un entorno regulatorio apropiado. Las enseñanzas que brindan las investigaciones y la experiencia en el terreno indican que los sistemas exitosos deben considerar las decisiones importantes sobre cuánta autonomía hay que permitir y a quién, rendición de cuentas de quién y para qué, y cómo evaluar el desempeño y los resultados.
Paso 3: Ofrecer capacitación para el desarrollo de otras habilidades laborales específicas que demanden los empleadores, mediante el establecimiento de un marco de incentivos adecuado tanto para los programas de formación previa al empleo y en el puesto de trabajo como para las instituciones (incluida la educación superior). Existe experiencia acumulada que muestra cómo se pueden combinar los esfuerzos públicos y privados para lograr sistemas de formación más relevantes y con mayor capacidad de respuesta.
Paso 4: Fomentar el espíritu empresarial y la creatividad, a través de la creación de un entorno que estimule la inversión en conocimiento e innovación. Nuevas pruebas demuestran que abordar la necesidad de creatividad, liderazgo, gestión del tiempo y habilidades de comunicación requiere de aptitudes de innovación especiales (que se pueden adquirir a temprana edad), la conexión de las personas con las ideas (por ejemplo, gracias a la colaboración entre universidades y empresas privadas), e instrumentos de gestión de riesgos, que incluyen las redes de protección social.
Paso 5: Adecuar la oferta de habilidades a la demanda, mediante el avance hacia mercados laborales más flexibles, eficientes y seguros. Ninguno de los cuatro primeros pasos importa si las personas no pueden encontrar puestos de trabajo que se ajusten a sus aptitudes. El evitar regulaciones rígidas de protección del empleo, fortaleciendo al mismo tiempo los sistemas de protección de los ingresos, y complementando con iniciativas para brindar servicios de información e intermediación a los trabajadores y las empresas, proporciona el paso suplementario final del proceso de transformación de las habilidades en empleo real y productividad.

Fuente: Banco Mundial 2010.

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